lunes, marzo 26, 2007

La ducha se vuelve realidad,
pero no sólo ella,
sino el sueño compartido,
la pasión nocturna,
las caricias frente al espejo o sobre las sábanas.
esas caricias que sobre la piel,
son recogidas por los besos,
y que con tus manos y mis manos,
se mantienen vibrantes, ardientes, palpitantes.

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