martes, marzo 27, 2007

Me gusta este blog, porque creo que es un híbrido de todo lo que pasa en mi cabeza y en mi vida. Me siento feliz de haberlo iniciado y de que en él, siempre haya visitantes, nuevos y viejos. Ahora que vivo en una nueva casa, me gusta escribir desde aquí, y como aún falta mucho por arreglar acá, me dedico más a mi blog.
En este momento, mi esposo hace el almuerzo. Le fui a comprar lo que necesitaba y ahora espero a que esté listo. Ese esposo que anda en pants, sin peinar y con los ojos llenos de sueño, me conquistó hace más de un año, pero además perseveró conmigo por más de otros dos. Ahí no acaba esa historia, pues nos conocimos por el 99, y desde ahí ya lo había flechado, sólo que el destino no quiso que fuera en ese momento. Raro, pero lo recuerdo tan nítido, que no cabe duda de que estábamos hechos el uno para el otro, pero ciegos de supuesto amor por otros, no pudimos darnos cuenta.
Ahora, cada noche, duermo abrazada por él. Y si despierto beso sus labios o refuerzo el abrazo. Lo amo y no hay día en que no piense en la felicidad que sentí cuando nos reencontramos, cuando me conquistó, cuando lo comencé a amar.

lunes, marzo 26, 2007

La ducha se vuelve realidad,
pero no sólo ella,
sino el sueño compartido,
la pasión nocturna,
las caricias frente al espejo o sobre las sábanas.
esas caricias que sobre la piel,
son recogidas por los besos,
y que con tus manos y mis manos,
se mantienen vibrantes, ardientes, palpitantes.

miércoles, marzo 07, 2007

sentada,
estoy sobre agua tibia.
Moja mis muslos,
mi sexo, mis nalgas.
Las rodillas sobresalen del charco,
la piel chinita.
Los pies,
tuyos y mios,
reconociéndose el uno al otro.

No logro ver nada.
El chorro de agua moja mi cabeza, cegándome por completo.

Tú sentado al frente
miras mi ceguera y mi cuerpo a medio sumergir
mis pezones erectos, escurren el agua que cae de la regadera
¿por qué sentarnos en la ducha?
Porque no...