viernes, junio 13, 2008

Por fin llegó la cámara de Víctor ayer. El traerla fue toooooodo un show, pero tuvo un excelente final. Él está feliz de tenerla, lo veo cada vez que lo miro. Y junto con la cámara llegaron muchos ropajes para mi, porque ya los necesitaba con urgencia. Mi pobre panza necesitaba el soporte que los extraños pantalones de maternidad lo proveen. Nunca imaginé usar esta ropa, ja, pero la verdad que se siente increíble. Comodidad sin límites. También llegaron dos pares de chanclas que había encargado: unas rosas y unas azules. Están super cool.