viernes, febrero 02, 2007

Ayer pasé una tarde-noche increíble. Pequeñas reconciliaciones internas me han hecho ver que mis decisiones han sido las correctas. No tengo miedo. Eso es genial. Y aunque ande muy cansada, el sólo hecho de mirar mis ojos favoritos, hacen que quiera dormir a su lado.
Siento mucho amor.
Y eso, es lo mejor.

1 comentario:

Garash dijo...

Bonitas palabras, emociones.